06 marzo 2007

PIEL DE LOBO

Hoy tengo el día tonto, mira tu por dónde. A lo mejor es porque después de unos días de sol inmenso en mi primera jornada libre ha amanecido nublado. O a lo mejor es porque tengo la lavadora rota y las ruedas del coche gastadas. Quizás porque hoy me siento feo. Es probable que la causa sea que echo de menos a mi oráculo personal que está en el mar decidiendo qué camino tomar. Puede que sea porque alguna ilusión se me ha roto o porque prevea que las futuras también se me van a romper. Aunque a estas alturas de la película ya debería tener claro que cuanto menos te ilusiones más felicidad descubrirás en el día a día.
Alguien me ha dicho hace un momento, que de adultos es igual que de pequeños, que cuando dos críos se pelean, el que llora, automáticamente es el bueno independientemente de quien sea el culpable de los hechos. Y va a ser que tiene razón. No lloro mucho, normalmente en situaciones difíciles se me agarra un nudo en el estómago que parece que bloquea mis lágrimas. No me gusta que los demás sepan que lo estoy pasando mal, prefiero ofrecer lo mejor de mi, dar luz y no oscuridad. Supongo que eso me hace parecer insensible a ojos ajenos y supongo que eso hace que la gente de por hecho que soy el malo de la película por norma.
Hoy me he despertado cansado de ese rol, uno también tiene su corazón y a veces se sobrecarga con la presión. Leer o escuchar entre líneas no es fácil, lo asumo. Lo que sí que es fácil es dar por hecho, en función del personaje que te ha tocado representar, que pase lo que pase y sin saber las distintas versiones de los hechos, sólo uno es el perverso, el lobo que devora y se relame del gusto, dejando sólo los huesos. Sé que clasificar es algo cómodo, no juzgo a nadie por ello, pero a veces hay que saltarse ese paso y ver un poco más allá, que no llores por los rincones no quiere decir que no estés hecho una mierda. Todo el mundo corre con vendas y agua oxigenada a curar las heridas de la víctima porque confunden sus lágrimas con sangre pero como tu hemorragia es interna, asumen que sólo tú eres el culpable. Si de paso pueden sacar tajada de ello, mejor que mejor, las enfermeras tienen su precio y mientras que a uno le ponen tiritas al otro le meten el dedo en la llaga, a veces es la mejor forma de eliminar la competencia. Por otro lado están las falsas pitonisas que advierten, con su disfraz de abuelita y con un brillo en sus afilados colmillos, a las pobres e indefensas caperucitas de los peligros del malvado lobo feroz, cuando su único propósito es hincar el diente aprovechando el temor que causan en ellas, sin saber que de inocentes no tienen nada.
Por una vez y sin que sirva de precedente, me autocompadezco, espero que no se vuelva a repetir, prefiero tener piel de lobo que serlo, aún a riesgo de que los demás no sepan quitarme el disfraz y sólo ver falsos corderos.

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11 Comments:

Blogger Paco said...

bueno nene, si pensabas que no sabíamos que debajo de ese disfraz de acero había un corazoncito es que estabas más engañado de lo que creías.

Llorar ES NECESARIO (o es que te quedaste con la copla esa del Bosé de que 'los chicos no lloran'?) y en algún momento todos lo pasamos mal. Si no fuera así entonces sí que me darías miedo.

Y hay que soltarlo, así que espero que tengas, como dice mi amiga Pilar, alguien con un hombro para llorar, una oreja para escuchar y un higado para copartir todas las copas que hagan falta durante el proceso.

Animo!

PD: el dibujo es genial... me dime que lo has hecho tu!!

17:34  
Anonymous Anónimo said...

por experiencia propia, jode mucho que a uno le pongan la etiqueta, porque luego no se ve nada más: si eres el malo, eres el malo. y punto. y llegan a creer que no tienes sentimientos, ni hay nada por dentro, ni lloras, ni sufres ni padeces... no creo que te estés autocompadeciendo. es un grito. de ayuda, o de afirmación, vaya usted a saber. pero, al fin y al cabo, un grito. y eso es sano. lo que se queda por dentro se enquista y luego duele más. y, lo peor, luego ya no puede salir. vale, corto ya el rollo, que cuando empiezo no paro... besotes!

21:09  
Blogger bettyylavida said...

Tienes razón. Cuántas y cuántas "ovejitas" sacan tajado de ello en la vida, en todas las facetas y ámbitos. Recuerdo una vez que no sé qué le pasaba a una compi oveja mía ( le habrían salido mal las mechas o algo así, no lo recuerdo...) y yo, que no sé qué me pasaba pero estaba jodida, no sé cómo se lo montó para que todos le vinieran hay que ver...no sé qué..., tanto que salió antes de turno, en fin, un rollo.
Nunca te he posteado pero siempre te leo, espero que te animes. Un saludo.

21:47  
Blogger Pau said...

¿Qué más da que los demás piensen que eres el lobo? Quien te conozca de verdad valorará lo que eres, y esas son las personas que merecen la pena.

23:56  
Blogger isabel said...

Como bien dices estereotipar es el camino más fácil para comprender mejor a las personas, al que tenemos enfrente. Pero todo aquel que sea medianamente listo sabe que todos somos lobos y corderos al mismo tiempo. Compadecerse no es que sea sano, sino que a veces, sólo a veces, es necesario. Es necesario para saber lo que no queremos ser, víctimas. Más que autocompasión yo hablaría de autocrítica, sin ser demasiado duros, claro. Pues eso, que llorar es sano, gritar en ocasiones necesario, golpear las paredes relajante y contar lo que a uno le pasas es ofrecer ayuda al que tienes al lado para que te sepa ayudar, o solamente escuchar.
Y recuerda, más sabe el lobo por viejo que por lobo!!!!
Besos pequeño.

10:41  
Blogger Shiba said...

Parece que más de uno o una tendrá que darse por aludido/a...

Lo del papel que nos ha tocado jugar... ¡ah, cuántas veces he tratado yo quitarme de encima el prisma con el que me ven! Que me cuesta decir no a algunas cosas, que siempre tengo que estar haciendo reír, como si fuera su cómico particular que entiende los malos rollos de todos...

Te apoyo y te remito que estoy cien por cien de acuerdo.

12:33  
Blogger Juan Muriel said...

PACO, siento desilusionarte pero el dibujo no es mio, aunque podría serlo porque mi capacidad artística es bastante alta.

FINNEGAN, hay algunas etiquetas que son más fáciles de llevar que otras.

BETTYYLAVIDA, cada día soporto menos y desprecio más la falsa debilidad y cada vez hay más personas que se plantan cómodamente en ese sillón esperando que los demás actúen siempre según sus normas sacando su lado más plañidero.

PAU, sí que importa lo que piensen los demás porque puede condicionar el comportamiento hacia ti de nuevas personas a las que te interesa conocer. por otro lado, incluso a las personas que te conocen a veces les cuesta saltarse la barrera de tu rol. cuando una madre tiene dos hijos, uno débil y otro fuerte, siempre estará más pendiente del débil porque como el fuerte es fuerte es capaz de superarlo todo.

ISABEL, no te creas, ya sabes que pienso que hay lobos jóvenes que saben mucho más que corderos viejos, o por lo menos más que yo.

LUCINDA, yo antes luchaba por quitármelo de encima, ya paso porqu es algo prácticamente imposible, ahora sólo lucho por que aquellas personas a las que pueda interesar con el tiempo me vean con otros ojos.

13:28  
Anonymous Anónimo said...

todos somos humanos, hasta los lobos mas feroces tienen sentimientos.

18:46  
Blogger Para, creo que voy a vomitar said...

Y no prefieres ser Caperucita Roja?

11:26  
Blogger hack de man said...

Es bueno ponerse pieles que no nos corresponden? O mejor hacerlo en Carnval?

12:40  
Blogger Juan Muriel said...

ABSOLLUT, parece que entiendes bien de lobos...

ARCADAS, me queda mejor el azul marino, con mi alopecia, mi barba y mi pecho peludo no me veo yo de niña dulce...

HACK, uy, que rollo, no?

15:04  

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