QUÍMICA

Alguien empieza un día a comentarte. Tú sientes que tu vanidad aumenta 1 gramo y te dejas arrastrar por su nick hasta su blog. Esa persona te pide algo prestado, tú se lo cedes gustoso y compruebas que no sólo lo ha publicado sino que además lo elogia. Como uno es desconfiado e inseguro, a pesar de que se siente halagado, se plantea que el blogger en cuestión está algo pirado, porque si no cómo se entiende que a alguien le guste tanto algo que tú has escrito como para que lo quiera colgar en su página.

Intentas no darle más importancia. Los comentarios del susodicho continúan, son algo extraños, tú no los terminas de entender y te cebas un poco con él. La bloggesfera está repleta de seres extraños, aburridos de la vida que no tienen otra cosa que hacer más allá que pasearse de un blog a otro. Éste puede ser uno de ellos. Yo ya tengo un grupo de adeptos que me leen habitualmente y como buen ser humano que soy, siempre miro de soslayo a lo desconocido siguiendo aquello de más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer. No censuro los comentarios de nadie, mi blog es un espacio abierto para todo aquel que crea que tiene algo que decir o decirme, hasta en los momentos más duros, cuando me tiraban piedras por todas partes, no borré ni una sola de las palabras de aquellos que creyeron oportuno darme un repaso. Así que los comentarios del blogger misterioso siguen apareciendo y me siguen dejando perplejo.

Un día publicas uno de esos posts que a ti mismo te parecen absurdos, que cuelgas por el simple vicio de colgar. El blogger extraño siente la necesidad de comentarlo contigo a toda costa y te pide la dirección de msn. Tú sientes una curiosidad extrema por saber quién se encuentra detrás de ese nick y se lo das, ya sabemos que la curiosidad mató al gato pero yo no soy un gato y no tenía nada que perder. Si resulta que es un loco siempre queda la maravillosa opción de no admitir y chimpún (como diría Marujita).

La primera conversación es muy friki. En la segunda la curiosidad aumenta y trasciende al lado físico. Ya tengo algunos datos, edad, procedencia, ámbito social... así que ahora quiero saber como es su cara, suelo leer en el gesto de la gente, soy muy fisonomista y veo cómo es alguien por su físico. Él me manda dos fotos de esas que uno se hace así mismo con la cámara. Tiene unos bonitos ojos verdes y una boca pequeña y gruesa, en principio parece guapo pero en ambas tiene un gesto muy serio y una mirada que me hace desconfiar, perdida, enajenada. Así que decido no darle mucha cuerda y en las siguientes ocasiones nuestra charla no va más allá de cuatro palabras cruzadas y excusas para dejar de hablar.

Esta tarde estaba actualizando canciones en el iPod mientras me tomaba el segundo café. Me quedaba por delante mi última jornada del turno de noche y no tenía intención de hacer mucho más hasta que llegara la hora de ponerme en marcha para irme a trabajar. Me he bajado algunos temas de Vanessa Paradis. En el msn aparece lo que estás escuchando en ese momento y el blogger ha irrumpido en él para pedirme que le enviase lo que estaba escuchando. Ciertamente me ha gustado que alguien se interesara por Vanessa y tras darle a "enviar archivo" he iniciado una conversación con él. En principio no le hacía mucho caso, pero hemos acabado poniendo la cam. Ha llegado la complicidad, el juego y al verle reírse he pensado que es muy guapo y que debería estar sonriendo siempre. Me gustaba mirarle y comprendía todo lo que decía por fin. Las horas han ido pasando casi sin darme cuenta. Él tenía algo que hacer y yo tenía que prepararme para encarar las 8 horas que me dan de comer. Al llegar a trabajar, me he conectado por obra y gracia del e-buddy a mi msn. Ahí estaba de nuevo el blogger que sigue siendo extraño pero ya no me parece loco sino adorablemente extraño, ahora de repente lo sentía cercano, he sentido que surgía la química, que no quería parar. Las horas han ido pasando y tras algunas confesiones y algún pequeño reproche he llegado a la conclusión de que quiero irme de borrachera con él porque la diversión está asegurada. A las 3 de la mañana hemos cortado la charla con ganas de más, él para dormir, un hábito muy sano, y yo para trabajar, que por algo me pagan.

Siempre he sido de los que se montan el cuento de la lechera con muy poco, y tanto va el cántaro a la fuente que al final se rompe, pero quién sabe, a lo mejor esto es el comienzo de una bonita...