NO NAVIDAD

Hace poco leí en algún comentario de algún blogger que últimamente parecía que estaba mal visto hablar de sentimientos. Yo por mi parte decidí hace ya algún tiempo, que no quería abundar en mis miserias, que le daría la importancia justa porque cada día tengo más claro que la mayor parte de los sentimientos negativos son pasajeros, regodearse en ellos, sólo contribuye a perpetuarlos y aquello de ser un triste existencial o de intentar parecerlo no creo que haga más atractivo ni más interesante a nadie, ni siquiera a mi. La frivolidad bien llevada puede dar mayor muestra del calado de una persona que la exhibición de sentimentalismos evidentes o tristezas de todo a 1 euro. Pues bien, si quieren sentimientos yo voy a plasmar los míos, sin que sirva de precedente porque intentaré no volver a caer en ello. Así mis lectores más sensibles estarán contentos y verán en mi a esa personita llorica que estaban deseando volver a ver.

Odio la Navidad con todas las fuerzas de las que soy capaz. Y no por motivos humanitarios, porque crea que es un invento de los grandes almacenes para sacarnos hasta el último duro, ni porque considere que nos ponemos a derrochar, a tragar y a beber como locos mientras que millones de personas mueren en todo el mundo, todo eso me da igual. La odio desde un punto de vista totalmente egoista, la odio porque yo no soy feliz en Navidad.

Navidad es igual a nostalgia, a infancia, a niños riendo al abrir un paquete de miles de colores, a vacaciones, a una madre que se pone pizpireta porque se toma esa copita de anís, a una abuela que te aprieta los carrillos a dos manos, a familiares que hacen preguntas a las que no sabes como responder, a primos que te obligan a beber hasta caerte muerto, a pueblo en el que hace un frio de cojones, a esos tios que se ponen a bailar con pantalones de cuello vuelto, a vajillas completamente desestructuradas, a olor revenido de pierna de cordero, a chistes sin gracia, a chismes, a recuento de los que ya no están, a momentos de vergüenza ajena, a felicitaciones a personas que ni sabes quienes son ni te importan una mierda...

Hace 5 años que no tengo nada de esto. Hace 5 años que paso solo alguna de las fechas importantes de este jodido calendario. La Nochebuena pasada cené solo en mi casa de Madrid y este año sigo solo. Antes la lotería de navidad era el pistoletazo de salida para unos días especiales, para unos días en que un niño gordito se sentía plenamente feliz y especial. Pero el niño creció y la loteria de Navidad ahora sólo le sirve para recordar que ya no es un niño y para llorar por toda la añoranza que le provoca aquello.

Esta noche lloraré y dentro de una semana, mientras me como las uvas sentado en mi puesto de trabajo, también. Espero que aquellos a los que tanto les gustan los sentimientos estén contentos.