PRINCIPIO

Alguien mucho más joven que él, le acaba de decir que se le nota demasiado que se quiere muy poco y no da crédito. Después de preguntarle qué hacía mal y a la espera de una respuesta menos profunda y más concreta, el niñato listillo de turno ha llegado a su punto débil y su fingido orgullo no puede soportarlo. Sus ojos están abiertos de par en par mirando la pantalla del ordenador. Ya le parece lo suficientemente ridículo pedir consejo a un crío de 21 años como para encima soportar esa respuesta. No lo puede tolerar, si esa es la imagen que da tiene que hacer algo por cambiarlo. Su problema se presenta cuando se plantea que a lo mejor es cierto que su autoestima no es demasiado alta. Martín toma una determinación, con energía y rabia, a partir de ese momento las cosas van a ser diferentes. En algo se tiene que notar la diferencia de edad y está hasta la punta de la polla de que gente a la que le saca 10 años le tome el pelo...