VOY A SER SUPERMODELO

Mido 1,72 cm pero no importa, Kate Moss es mucho más bajita y es la mejor modelo de todos los tiempos.

Tengo una alopecia galopante pero no importa, hace ya unos años que están de moda las cabezas rapadas.

Tengo un índice de masa corporal más alto del debido, pero si Sophie Dahl pudo con la campaña de Opium yo también puedo.

Mi cabeza, mis manos y mis pies son pequeños en proporción a mi cuerpo. Qué más da, ya no se llevan los cuerpos estándar sino los que tienen personalidad, y si no qué me dicen de Bimba Bosé.

Tengo más vello corporal del debido, pero gracias a los modernos métodos de depilación láser y a las campañas de algunos perfumes eso no es un problema, está claro que está otra vez de moda el spanish man de pelo en pecho.

Mi fotogenia es nula pero no hay nada que el photoshop no pueda arreglar.

Soy muy torpe y me tropiezo con facilidad pero una buena caida en la pasarela relanza la carrera de cualquiera.

Está claro, si me lo propongo y trabajo duro puedo ser supermodelo.

Judit Mascó: ¿Por qué crees que has sido eliminada?

Odilia Pamela: Porque no he trabajado lo suficiente, porque no he dado todo lo que podía de mi.

¡Mentira! Odilia, bonita, has sido eliminada porque no vales para ser una modelo de primera línea. Esa chiquilla podría haber trabajado hasta sangrar, podría haber ofrecido de sí misma hasta las tripas pero habría sido eliminada de la misma forma porque su cuerpo no es el de una modelo. Y no es que no me parezca más o menos mona sino que para dedicarse a ciertos ámbitos hay que cumplir determinados requisitos. Aquí es donde está el problema.

Ayer, cenando con los compañeros de trabajo se desarrolló la lógica polémica en torno a sí nuestra cadena era la más adecuada para ofrecer tal reality y las supuestas perniciosas consecuencias para chiquillas adolescentes deslumbradas por el mundo de la pasarela y la fotografía. No hablaré de anorexia, aunque en esa conversación salió este recurrente tema, porque me parece que es un problema que trasciende a un simple programa de televisión e incluso a la industria de la moda, por más que algunos se empeñen en echarle a las modelos la culpa de todo. De lo que voy a hablar es de la falta del propio conocimiento de sí misma que en general tiene la gente y de su falta para aceptar las limitaciones que les ha impuesto la vida y la genética. Si quieres ser modelo tienes que cumplir unos requisitos mínimos y, a veces, muy jodidos como entrar en una talla 36, si no los cumples te aguantas y te dedicas a otra cosa porque nadie te obliga a dedicarte a tan insigne profesión.

Casi nadie tiene lo que quiere, yo quise ser Gene Kelly, director de cine, pintor, modelo de pasarela... para alguna de estas cosas mi talento o mis capacidades físicas eran limitadas, para otras mi falta de constancia fue la clave. Hoy en día la mayoría de los adolescentes se creen que por ir a un programa de televisión serán grandes cantantes. Su ilusión en la mayoría de los casos solamente sirve para que el personal se muera de la risa. ¿Pero es que no tienen una madre que les diga que cantan fatal?

Hay gente que tiene materia prima, ellos han sido tacados con la varita divina y poseen las cualidades necesarias que forjadas a fuego lento y con bastante sudor pueden convertir un futuro prometedor en un presente glorioso, afortunados ellos. Así que insisto, siguiendo las palabras de Odilia Pamela, creo que si trabajo lo suficiente podré ser supermodelo.